domingo, 19 de septiembre de 2010

La expulsión de Sarkozy


La comunidad gitana en España ha sido, antes de la llegada masiva a partir de finales los noventa y en una época de bonanza económica, de marroquíes, hispanoamericanos y ciudadanos de Europa Oriental, y tras la expulsión de moriscos y judíos una vez conquistado el Reino de Granada, la minoría étnica más importante – numérica y culturalmente- de nuestro país.

Los gitanos, aunque provenientes de la India, llevan siglos instalados en esta tierra y tienen tanto derecho como el que más a ser españoles. Resulta obvio, pero conviene recordarlo para individuos instalados en el prejuicio.

Dicho esto, y sin entrar en si la medida de expulsión de ciudadanos asentados en campamentos de Francia de Sarkozy es adecuada o totalmente equivocada, dos apreciaciones:

- Desde distintos medios se ha intentado manipular la información, achacando a tal medida motivaciones racistas. Sinceramente no creo que la xenofobia sea una de las razones de tal decisión (no todas las personas expulsadas son de etnia gitana), sino más bien cuestiones de seguridad. Y ya que hablamos de las razones que mueven a tal decisión, cabría preguntarse por el populismo de la medida en un momento en el que la popularidad del presidente francés es manifiestamente mejorable.

- Causa estupor el apoyo de Zapatero a Sarkozy. El hasta hace poco adalid de los derechos sociales, defensor de los más desfavorecidos, ahora, y tras el mayor recorte social que ha vivido España en unas cuantas décadas, nos sale con esto. Últimamente cuando escucho a ZP siempre me viene a la cabeza una frase de Groucho Marx en el “Hotel de los Líos” o “Room service” (William Seiter, 1938): Estos son mis principios, si no te gustan tengo otros. ¿Por qué será?