domingo, 17 de enero de 2010

El manantial (King Vidor, 1949)

Hace poco he tenido el placer de ver una de las mejores películas de King Vidor, un director enorme que ha hecho el cine un poco más grande. “Fountainhead” o “El manantial” cuenta con un reparto encabezado por Gary Cooper, dignamente acompañado por secundarios de auténtico lujo (Patricia Neal y Raymond Massey) y el virtuosismo musical de Max Steiner.

Cooper encarna a un abnegado arquitecto que persigue sus ideales ignorando – de forma insultante para quienes buscan pervertirlo para ponerlo a su servicio – modas, convencionalismos sociales, o peajes para alcanzar el éxito fácil. En esta lucha desigual y titánica que libran sus principios contra la masa, manipulada hábilmente por el director de un importante periódico (Massey, como antihéroe), y con el único apoyo de su valiente enamorada (Neal, la heroína atormentada).

Las interpretaciones, especialmente la de Patricia Neal, pueden parecer excesivamente melodramáticas pero son totalmente acordes con el gusto de la época. También es muy destacable su fotografía en blanco y negro, perfecta para reflejar dramáticamente la épica de la historia (contraste de luz y sombra, colosalismo arquitéctónico de los interiores, planos contrapicados, panóramicas de gran perspectiva en los exteriores), la evolución en los roles desempeñados por la pareja protagonista (planos en la cantera con Neal en una posición elevada frente a Cooper, y viceversa en el momento final) y la tensión sexual que existe entre ellos (recurrencia a símbolos fálicos en las escenas que aparecen juntos: martillo eléctrico, punzón o prominentes rascacielos).

Por cierto, los proyectos y edificios del arquitecto de la película se parecen sorprendentemente a los que en su día realizó Frank Lloyd Wright.

Película absolutamente recomendable que transmite buen cine y valores: mantenimiento de principios e ideales por difícil que nos resulte, perseverancia, esfuerzo e integridad. Algo de lo que andamos muy necesitados en una sociedad cada vez más dada a la molicie, la comodidad y el conformismo.

3 comentarios:

José Antonio Flores Vera dijo...

Una certera entrada sobre una de las películas que mejor definen el cine clásico de Hollywood. Ese cine grande, dirigido por directores de raza como King Vidor que cuentan no sólo con una especial visión detrás de la cámara sino que hacen de su cine verdaderas obras maestras con un proverbial trasfondo literario y artístico.
Siempre me digo que hay que volver al cine clásico porque en él está contenido todo lo bueno del cine con mayúsculas.
Sin duda volveré a ver esta sin igual película porque son películas que aunque las hayas visto mil veces siempre te aportan algo. Me ocurrió el otro día con Casablanca o con La muerte en los talones. Amigo Vacuit sigue aportándonos entradas cinéfilas como ésta. Saludos.

Paco Montoro dijo...

No he tenido la oportunidad de verla, haré lo posible por conseguirla. Para mi, el cine clásico es prioritario a otros tipo de cine. Un abrazo

Vacuit dijo...

José Antonio tienes razón es una de esas películas que son algo más que buen cine. Ese cine que nunca pasa de moda, y que, si ves otra vez, siempre te vuelve a hacer disfrutar y te aporta nuevo. Un abrazo

Paco haz lo posible por verla no te defraudará. Cine clásico y del bueno de verdad. Un abrazo