Es domingo, y antes de realizar mis ejercicios matutinos, decido acercarme a una cafetería para hojear el periódico y ponerme al día, mientras saboreo un buen cortado. Ideal está libre, leo la portada, vuelvo la página y me encuentro con la carta del director, Eduardo Peralta, con el curioso título: “La neutralidad de los funcionarios”
El director del periódico nos acusa a los funcionarios, pero no a todos sino a “determinados trabajadores” que mantienen “una pertinaz postura”, de agravar el conflicto provocado por la aprobación del decreto de reordenación del sector público andaluz. Enfrentamiento que mantenemos, según el señor Peralta, pese a que los sindicatos UGT y CCOO firmaran un acuerdo con
CSIF, sindicato mayoritario entre los funcionarios, y el Partido Popular -aquí el periodista relaciona sutilmente sindicato y agrupación política como dejando caer de forma velada que siguen una estrategia común- entienden que el decreto “a su juicio” supone un atropello que vulnera los derechos de los empleados de
En el siguiente párrafo, expone los argumentos de la consejera Carmen Martínez Aguayo y el presidente Griñán, pero aquí es cuando se echan de menos los matices introducidos por expresiones como “a su juicio” o “dicen” que indican opinión, subjetividad o sesgo, y que emplea cuando se refiere al sindicato CSIF y al Partido Popular.
Por último, el director del periódico nos pide que seamos un ejemplo de neutralidad política –volviendo a la idea de vincular las protestas de los funcionarios con el Partido Popular- y dejemos decidir a los tribunales, en lugar de “estar en la calle con altavoces y reivindicar desde una situación de privilegio, con un puesto de trabajo garantizado, parece excesivo cuando en Andalucía tenemos casi un millón de parados cuyas voces no escuchamos, y se encuentran en una situación claramente peor.”
Sr. Peralta, me gustaría precisar varias cosas:
- Entre el personal laboral y funcionario de
- En relación con los funcionarios, los sindicatos CSIF, USTEA y SAF representan alrededor del 75 % de este personal, y que por tanto son ellos los que tienen la legitimidad para negociar cualquier tipo de norma que afecte a este colectivo.
- No existe ninguna estrategia común entre los funcionarios y el Partido Popular, ni las protestas están orquestadas por este partido; y que su velada acusación de connivencia también coincide con la que desde el PSOE andaluz - ellos de forma palmaria- se intenta transmitir.
- Es un privilegio en tiempo de crisis tener un puesto de trabajo garantizado, pero que también ello lleva aparejado años de estudio, sacrificio y esfuerzo para aprobar unas oposiciones.
- Los funcionarios no somos unos trabajadores insolidarios, preocupados únicamente por mantener sus privilegios en una región con un millón de parados. Hemos sufrido un importante recorte en nuestros magros sueldos para hacer frente a la difícil situación económica (quien escribe esto ha recibido un recorte en sus ingresos de un 7% en el 2010, y para el 2011 le espera, no la congelación de sus sueldos, como nos dijo el presidente Zapatero, sino un nuevo, y oculto, recorte de un 5% a costa de una reducción drástica de las pagas extras).
- Tenemos todo el derecho del mundo de protestar contra un decreto abusivo, que pretende acabar con un modelo de función pública aprobado por
Por todo ello, le ruego encarecidamente, respeto a los funcionarios y rigor y objetividad a la hora de abordar un asunto tan importante como es el futuro de los servicios públicos.